A los pacientes sin sobrepeso con enfermedad del hígado graso no alcohólico, la diabetes les va peor que a los pacientes con sobrepeso antes y después del trasplante de hígado. Esto según un nuevo estudio, que ha encontrado que las personas con cirrosis por enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) que no tienen sobrepeso y están en una lista de espera para un trasplante de hígado tienen peores resultados que los pacientes con sobrepeso antes y después de la cirugía de trasplante. El estudio concluye que estos pacientes en riesgo necesitan un mejor asesoramiento nutricional y otras intervenciones para ayudar a prevenir problemas de salud graves mientras esperan un trasplante de hígado.
Investigadores de la Escuela de Medicina de Yale, el Centro Médico Beth Israel Deaconess y la Escuela de Medicina de Harvard presentarán el estudio esta semana en The Liver Meeting Digital Experience™ organizado por la Asociación Estadounidense para el Estudio de Enfermedades del Hígado.
Aunque tanto la obesidad como la diabetes son factores de riesgo independientes conocidos para la cirrosis NAFLD, se sabe muy poco acerca de cómo les va a los pacientes con bajo peso y peso normal con NAFLD antes y después del trasplante de hígado. La información sobre el papel de la diabetes en los malos resultados de los pacientes, incluida la eliminación temprana de las listas de espera de trasplantes de hígado e incluso la muerte posterior al trasplante, también es limitada.
A pesar de un aparente estado de salud con un índice de masa corporal más bajo, estos pacientes tienen mayores factores de riesgo cardiometabólico, como la diabetes, que se asocian con peores resultados posteriores durante el proceso de trasplante. El estudio encontró que los pacientes sin sobrepeso en una lista de espera de trasplante de hígado tenían más probabilidades que los pacientes con sobrepeso u obesos de:
- Ser mujer, ser mayor, tener seguro público y tener una función hepática baja.
- Tiene ascitis, o acumulación de líquido en el abdomen, debido a una enfermedad hepática grave y encefalopatía hepática.
- Tener una derivación portosistémica intrahepática transyugular: un pasaje creado quirúrgicamente para permitir que el líquido pase de un órgano a otro.
- Ser eliminado antes de tiempo de las listas de espera para trasplantes de hígado. • Morir después de un trasplante de hígado.
En comparación con los pacientes con sobrepeso que no tenían diabetes, los pacientes sin sobrepeso con diabetes en una lista de trasplante:
- Tuvieron tasas aún más altas de resultados graves.
- Tuvieron tasas significativamente más altas de eliminación de la lista de espera.
- Necesitaban mejor asesoramiento nutricional e intervenciones de estilo de vida saludable para ayudarlos a reducir el riesgo de resultados graves mientras esperaban un nuevo hígado y después de someterse a una cirugía de trasplante.
Los pacientes sin sobrepeso murieron después de los trasplantes de hígado a una tasa más alta que los pacientes con sobrepeso, ya sea que tuvieran diabetes o no.
El póster de la Dra. Ochoa-Allemant titulado “NAFLD sin sobrepeso y resultados del impacto de la diabetes en la cirrosis por NAFLD en la lista de espera para trasplantes: un análisis de UNOS” (1505) ha sido designado póster de distinción y se puede ver en The Liver Meeting Digital Experience™. El resumen correspondiente se encuentra en la revista HEPATOLOGY.
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