¿Tienes cansancio frecuente, abdomen inflamado o alteraciones en tus análisis de sangre? Podría ser hígado graso y no lo sabes
El hígado graso no alcohólico (HGNA) es una condición silenciosa que afecta a millones de personas en el mundo, muchas de ellas sin síntomas. Se caracteriza por la acumulación anormal de grasa en el hígado en personas que no consumen alcohol en exceso. Esta enfermedad, estrechamente relacionada con el sobrepeso, la obesidad y la resistencia a la insulina, es hoy una de las principales causas de cirrosis en adultos jóvenes.
En el Centro de Enfermedades Digestivas, ayudamos a detectar esta enfermedad antes de que avance y aplicamos un tratamiento integral para evitar complicaciones hepáticas graves. Si te has hecho estudios y te han dicho que tienes el hígado graso, esta información es para ti.
¿Qué es el hígado graso no alcohólico?
Es una enfermedad hepática crónica en la que más del 5% del hígado está compuesto por grasa, sin que haya un consumo excesivo de alcohol. Existen dos formas principales:
- Esteatosis simple: solo acumulación de grasa, sin inflamación.
- Esteatohepatitis no alcohólica (EHNA o NASH): además de grasa, hay inflamación y daño celular, lo cual puede progresar a fibrosis, cirrosis o cáncer de hígado.
¿Qué causa el HGNA?
Se asocia principalmente a:
- Obesidad y sobrepeso (especialmente abdominal).
- Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
- Colesterol y triglicéridos elevados.
- Síndrome metabólico.
- Dietas ricas en azúcar, grasas procesadas y harinas refinadas.
- Sedentarismo.
- Predisposición genética.
¿Cuáles son los síntomas del hígado graso?
La mayoría de las personas no presentan síntomas, pero algunas pueden experimentar:
- Cansancio constante o fatiga sin causa aparente.
- Sensación de pesadez o molestia en el costado derecho del abdomen.
- Hinchazón abdominal.
- Dificultad para bajar de peso.
- Cambios en los análisis de sangre (enzimas hepáticas elevadas).
- En casos avanzados: ictericia, pérdida de masa muscular o acumulación de líquido (ascitis).
¿Cómo se diagnostica?
En el Centro de Enfermedades Digestivas, utilizamos un enfoque preciso y no invasivo para detectar y monitorear el HGNA:
🧪 Pruebas de laboratorio:
- Perfil hepático (ALT, AST, GGT).
- Insulina, glucosa, hemoglobina A1c.
- Perfil lipídico (colesterol y triglicéridos).
🖥️ Estudios de imagen:
- Ultrasonido abdominal: útil como primer paso.
- Elastografía hepática (FibroScan): evalúa el grado de fibrosis (daño) en el hígado.
- En casos complejos: biopsia hepática.
También utilizamos escalas de puntuación como FIB-4 o NAFLD score para evaluar el riesgo de progresión.
¿Por qué es tan peligroso ignorarlo?
Aunque el HGNA no duele, puede evolucionar lentamente hacia:
- Fibrosis hepática.
- Cirrosis.
- Insuficiencia hepática.
- Cáncer hepatocelular.
Lo más preocupante es que muchos pacientes llegan a fases graves sin haber tenido síntomas previos.
¿Tiene cura?
Sí. En fases tempranas, el hígado graso es reversible si se detecta a tiempo y se adoptan los cambios adecuados en el estilo de vida. Incluso en etapas más avanzadas, es posible detener su progresión.
Tratamiento integral en el Centro de Enfermedades Digestivas
El manejo del HGNA incluye:
1. Plan alimenticio personalizado
- Dieta antiinflamatoria: rica en vegetales, fibra, legumbres, grasas buenas y baja en azúcares refinados.
- Reducción de carbohidratos simples.
- Evitar alcohol, embutidos, alimentos ultraprocesados.
2. Pérdida de peso supervisada
- Reducción del 7–10% del peso corporal puede mejorar significativamente el hígado.
3. Ejercicio físico regular
- Al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica + ejercicios de fuerza.
4. Tratamiento de comorbilidades
- Control de diabetes, hipertensión, dislipidemia.
5. Monitoreo continuo
- Evaluaciones semestrales o anuales con laboratorio y estudios de imagen.
¿Qué alimentos ayudan al hígado?
- Avena.
- Aguacate.
- Aceite de oliva.
- Frutas rojas (antioxidantes).
- Brócoli, espinacas y verduras crucíferas.
- Pescado rico en omega-3.
Evita: refrescos, pan blanco, carnes procesadas, alcohol, jugos industriales y harinas refinadas.
Preguntas frecuentes sobre el hígado graso no alcohólico
¿Si tengo hígado graso, puedo seguir comiendo carne?
Sí, pero con moderación. Prefiere carnes magras (pollo, pescado) y reduce carnes rojas y procesadas. El exceso de grasas saturadas contribuye al daño hepático.
¿Puedo tomar alcohol si tengo HGNA?
No se recomienda. Aunque el HGNA no es causado por alcohol, su consumo agrava la inflamación y acelera la fibrosis.
¿Los suplementos naturales ayudan?
Algunos, como la vitamina E o el cardo mariano, han mostrado beneficios en ciertos casos, pero deben usarse bajo supervisión médica.
¿Todos los que tienen hígado graso desarrollan cirrosis?
No. Pero entre un 15% y 25% de los casos progresan si no se tratan adecuadamente.
¿A qué especialista debo acudir?
A un gastroenterólogo o hepatólogo. En el Centro de Enfermedades Digestivas, ofrecemos evaluación completa, tratamiento integral y monitoreo continuo.
🛡️ Tu hígado no duele, pero te está hablando. Escúchalo.
El hígado graso es silencioso pero progresivo. Actuar hoy puede evitar complicaciones mañana. No esperes a que tus análisis empeoren o los síntomas aparezcan.
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